
Endocardiosis valvular en el perro
Enfermedad Valvular degenerativa
La endocardiosis valvular es la patología de corazón más frecuente en el perro. Se trata de un proceso degenerativo de las válvulas cardíacas (mitral y tricúspide) no reversible y que se incrementa con la edad.
Se produce un engrosamiento de las válvulas que afecta a su capacidad de cierre durante la contracción del corazón (sístole). Tras el paso de la sangre de la aurícula al ventrículo como la válvula no cierra completamente se crea un reflujo en sentido contrario. Esto hace que en la auscultación se oiga lo que todos conocemos como soplo. Esta alteración conlleva un aumento del trabajo del corazón, que produce una remodelación cardíaca para adaptarse (por eso tienen la silueta del corazón más grande).
Al principio de la enfermedad el único signo de que hay una alteración en el corazón es el soplo que se oye en la auscultación cardiaca por parte del veterinario. Según avanza van apareciendo otros signos que pueden indicar la cardiopatía, como son las toses, fatiga, respiración forzada, intolerancia al ejercicio, debilidad…
En cualquiera de estos casos, el veterinario realizará una exploración completa y según la gravedad será necesario hacer más o menos pruebas que incluyen radiografías, análisis de sangre y orina, ecocardiografía y un electrocardiograma.
Podemos clasificar esta enfermedad en 4 fases según el CONSENSO DE LA ACVIM 2019 ( American College of Veterinary Internal Medicine ).
- FASE A: Se clasifican así los perros con alto riesgo de desarrollar fallo cardiaco con el tiempo, pero que no presentan soplo ni signos clínicos. Pertenecen a razas predispuestas a tener problemas de corazón (CKCS, Teckel), o padecen enfermedades que pueden producir daño cardiaco con el tiempo (Enfermedad Renal Crónica, alteraciones del tiroides…)
- FASE B1: Presentan soplo cardiaco, sin signos clínicos y sin remodelación cardiaca.
- FASE B2: Presentan soplo cardiaco, sin signos clínicos pero ya hay remodelación cardiaca, viéndose aumento de tamaño del corazón en radiografía y ecocardiografía
- FASE C: Presentan remodelación cardiaca y aparecen signos clínicos. Se desarrolla Insuficiencia Cardiaca Congestiva. La fase C puede ser aguda (que requiere hospitalización) o crónica (mantiene un tratamiento en casa).
- FASE D: Es la última fase de la Insuficiencia Cardiaca Congestiva, es difícil de controlar y no responde al tratamiento convencional.
El objetivo es retrasar al máximo el paso de una fase a otra, prolongando la vida del corazón.
TRATAMIENTO
Las FASE A y B1 no requieren tratamiento, pero sí unas revisiones controladas para detectar cambios.
A partir de la FASE B2, se inicia la medicación a base de pimobendan y/o IECA´s.
A medida que las válvulas van empeorando y el corazón aumenta de tamaño, precisará añadir otros fármacos para mantener la función cardiaca y evitar problemas secundarios.
Pueden aparecer complicaciones como edema pulmonar, derrame pleural, ascitis, hipertensión sistémica o pulmonar, entre otras.
Una dieta adecuada, baja en sales y con un correcto balance de proteínas, es necesaria en estados avanzados.
Los pacientes deben realizar un ejercicio moderado, pero sin grandes esfuerzos.
Es muy importante que en casa los propietarios estén atentos a los cambios en el estado general del perro cardiopata: Frecuencia respiratoria, fatiga, toses, color de la lengua…
SEGUIMIENTO
A fin de mantener y prolongar la calidad de vida, se requiere un protocolo de revisiones del paciente y el cumplimiento de la administración de la medicación.
Para monitorizar la evolución del paciente se requieren una serie de pruebas que consisten en radiografías y ecografías cardiacas. También son necesarios análisis de orina y de sangre así como el control de la tensión arterial para evaluar el estado general.
Es muy importante que en casa los propietarios estén atentos a cambios en el estado general y que vigilen ciertos signos:
- Frecuencia Respiratoria en reposo (dormido), que debe ser menor a 30 respiraciones por minuto.
- Aumento de toses, fatiga o respiración forzada.
- Abdomen abultado.
- Falta de apetito, adelgazamiento.
Los chequeos geriátricos periódicos permiten la detección temprana de la enfermedad cardiaca, lo que ayudará a controlar su evolución, aplicar el tratamiento necesario y conseguir que viva junto a ti y tu familia, más feliz y más tiempo.
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