Escrito por: Javier Roldán

Embarazo y toxoplasmosis

Si estás embarazada o piensas estarlo, probablemente te harás la prueba de la toxoplasmosis y habrás oído más de una versión en relación a lo que debes hacer con tu gato según el resultado.

En esta entrada te explicamos la realidad de esta enfermedad y como siguiendo unas precauciones básicas, es casi imposible que tu gato te de problemas durante la gestación a ti o tu futuro bebe.

La Toxoplasmosis y su contagio

La Toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa ocasionada por un parásito, el Toxoplasma gondii. En la mayoría de los casos, la infección no produce síntomas o como mucho se manifiesta igual que una gripe. Pero en el caso de mujeres embarazadas y personas con problemas de inmunodeficiencia es preciso tener en cuenta una serie de precauciones.

En mujeres embarazadas no expuestas previamente al Toxoplasma  gondii la infección puede provocar abortos, muertes neonatales, importantes malformaciones congénitas y secuelas neurológicas graves en elfeto.

En cambio, si la mujer embarazada ha sido infectada previamente a la gestación (y por lo tanto presenta anticuerpos frente a Toxoplasma  gondii), nunca se producirá el contagio al feto, pues su inmunidad la protege frente a nuevas reinfecciones.

Si has dado positivo a la prueba de Toxoplasma tu inmunidad protege a tu bebe frente a la infección

En España, la detección de anticuerpos frente a Toxoplasma gondii forma parte de las pruebas rutinarias realizadas en las revisiones ginecológicas a las que asiste la mujer durante el embarazo.

El gato y la toxoplasmosis

imágenes de Toxoplasmas

El gato es la única especie animal que puede transmitir de forma contagiosa el parásito, aunque muchos animales, entre ellos el ser humano pueden ser portadores del mismo mediante la presencia de quistes tisulares microscópicos en los músculos.

Dado que el gato es el único animal que puede eliminar en las heces las formas infectivas del parásito T. gondii, es frecuente que los médicos y ginecólogos adviertan a las mujeres embarazadas o con planes de tener hijos sobre los potenciales peligros del contacto con los gatos.

Para que este contagio se produzca, deben darse los siguientes casos:

  •  
  • El gato se infecta comiendo carne cruda o poco cocinada que previamente esté contaminada con quistes.
    Los gatos domesticos que no salen de casa y comen pienso o latas no se pueden infectar
  • Si el gato se infecta, sólo transmitirá la enfermedad una sola vez en su vida, después del primer contagio. Aunque se infecte de nuevo, no volverá a liberar el parásito.
  • Las heces de gato recién eliminadas no suponen un riesgo real de contagio. Para ser infecciosos, los ooquistes deben esporular, lo cual sucede entre las 24 horas y los 5 días después de la deposición de las heces.
    La limpieza diaria de la arena de nuestros gatos con guantes y paleta disminuye el riesgo de contagio
  • Para que nos infectemos con este parásito, tiene que haber una manipulación manual de las heces y un contacto oral con las mismas.

Existen numerosas evidencias científicas que demuestran que el contagio de toxoplasmosis en los seres humanos se produce en la gran mayoría de los casos a través de la ingestión de carnes poco cocinada, ingestión de vegetales, hortalizas, leche o agua contaminados con ooquistes del parásito, y por el contacto directo con suelos infectados.

Pautas básicas de higiene

Relacionados con nuestro gato:

  • Quitar las heces de nuestro gato a diario con guantes y una paleta.
  • Limpiar la bandeja con agua caliente. El mejor método es el agua hirviendo o el vapor a presión, ya que los ooquistes esporulados del parásito son resistentes a la mayoría de desinfectantes.
  • No alimentar a nuestro gato con carne cruda.
  • Evitar que nuestro gato salga de casa.

Normas a seguir de forma general por la mujer embarazada:

  • No comer carnes crudas o poco hechas.
  • Quitar la piel y lavar las hortalizas antes de consumirlas.
  • Beber sólo agua potable.
  • Lavarse las manos a menudo y tras la manipulación de carne cruda, o tras realizar labores en el huerto.

En conclusión si estas embarazada y tienes gato puedes seguir conviviendo con el, como hemos hecho todos los que tenemos gato e hijos, y solo debes tener unas normas básicas de higiene para poder siendo feliz con tu gato, que además ayudara al desarrollo de tu hijo como avalan múltiples estudios.

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